Eve Grynberg centró su lente en personas que superan los 50 años, una lucha contra el edadismo que busca cambiar los estereotipos de la sociedad.
Eve Grynberg es fotógrafa, retratista, nacida en París. Desde pequeña, anduvo por la vida con su cámara y sus ojos, hábiles para capturar y sublimar la belleza de las personas. Entrenada en el mundo del marketing de moda y belleza, la obra fotográfica de esta francesa radicada en Argentina, hoy considerada una de las mejores fotógrafas silver del mundo, refleja su mirada única que transmite emociones, registra momentos, movimientos del cuerpo, la presencia en el instante y la chispa de una sonrisa.
“Quisiera trasmitir a las nuevas generaciones un mensaje positivo acerca de envejecer. La nueva longevidad es positiva. La madurez y la experiencia son maravillosas si uno confía en sí mismo. Yo no le tengo miedo a nada”, dice mientras el viento despeina su pelo plateado. Cocreadora de “Fabulosas”, una plataforma que aúna un mix de actividades artísticas, charlas, talleres, acerca de las personas +50, prepara una nueva muestra con fotografías que abordan el universo erótico de mujeres y hombres, silver que sigue a su anterior exposición en la que exhibió retratos de mujeres +50 como ella.
Sobre su trabajo, la destacada historiadora del arte, María Teresa Constantini ha dicho: “Lejos de los retratos de aparato, las imágenes de Grynberg son retratos no posados ni articuladores de una imagen pública, sino como productos de un acto de construcción. Un acto en el que el objeto papel es indicio de algo mucho más amplio que lo excede. En efecto, ese objeto, la fotografía, aparece como la condensación de eso que denominaremos experiencia fotográfica, un acto participativo que involucró a fotógrafa y retratada desde el momento en que esta ingresa al estudio y hasta que se retira”.
“¿Cuantos más años voy a esperar para hacer lo que siempre quise? Es ahora o nunca.”, se preguntó Grynberg en pleno confinamiento pandémico cuando el mundo se paralizó. Tenía 58 años y reinventó su vida y lo hizo dentro del movimiento que une a una generación mayor de 50 años. En los tres últimos años Grynberg no ha parado de trabajar y de generar acciones reales para visibilizar a las personas silver. Desde Argentina y Francia y pronto desde Uruguay y Brasil, ella, a su manera, lucha contra el edadismo y busca cambiar los estereotipos de la sociedad, cambiar las miradas o las mentalidades acerca de la generación Silver. “No importa cómo se nos llame, silver o mayores de 50, somos mucho más que un término”. remarca.
Además de sus sesiones fotográficas, da charlas inspiradoras, y desfila como modelo para diseñadores que buscan la inclusión: aceptó ser parte de una campaña de publicidad de una cadena de perfumerías. Co-fundó “Las Intrépidas Silver” con amigas, quienes intercambian reflexiones sobre el paso del tiempo con diseñadores y creadores argentinos.
Una acción que disparó el Programa Pensar en Grande: una iniciativa de Bid Lab, Endeavor Uruguay y Xeniors, fundada con el objetivo de promover la creación de soluciones innovadoras para la población +50. “Retratar a personas mayores me permite ir más allá de los estereotipos de bellezas. Que sean las mujeres las que más se anime también tiene que ver con que hoy nos sentimos más libres. Retratar una mujer es retratar su femeneidad cada vez más múltiple, natural, sofisticada, o sexy. Y cambiante porque mientras nos reinventamos buscamos construir nuestra propia identidad”, concluye Grynberg.
por R.N.