Para vivir profundamente una experiencia no alcanza con presenciarla, hace falta atravesarla con todos nuestros sentidos.

Hace unos días, un grupo de socias Marianne hicimos un viaje a la superficie de la Tierra. Sí, haciendo una analogía inversa con el libro de aventuras, nosotras viajamos desde la profundidad e inercia de nuestra rutina hacia lo que está a la vista pero que, a causa de nuestro ritmo frenético de vida, no vemos ni valoramos tan fácilmente.

 

Aula Naturaleza es un pequeño rincón en la superficie de nuestra tierra. Situado en Coronel Vidal, Provincia de Buenos Aires, es un lugar que vale la pena experimentar.

Es un espacio de aprendizaje sobre cómo ser más humanos y respetuosos con nuestro entorno. El edificio aplica los principios de la bioconstrucción y el aula que aún está en construcción, servirá para formar a formadores sobre cómo aprender de las leyes de la Naturaleza para lograr un cambio profundo a través del pensamiento sistémico. Este enfoque es capaz de diseñar culturas regenerativas y fomentar conciencia circular sobre el cuidado de la vida.

 

Durante 2 días, respiramos no solo aire puro; aprendimos además a ser seres sustentables. Christian Tiscornia, el alma mater del lugar y fundador de la ONG Amartya, nos decía que “ya no basta con ser sustentables, sino que hay que empezar a regenerar, repensar nuestras prácticas y esquemas y focalizar nuestra energía en vivir con menos impacto”.

 

Pudimos ver cosas esenciales que pasan invisibles ante nuestros ojos como por ejemplo la tierra, que en Quintaescencia trabajan y se esmeran para que sea rica en materia orgánica o humus, que significa humildad.

Christian nos explicaba que una pequeña porción de la capa superior del suelo llamado mantillo tiene más microorganismos que la cantidad de estrellas del cielo o de habitantes de la tierra. Esto hace posible la vida, tan sencillo como eso.

 

Podría decir que en esas 48hs horas tuvimos la ocasión de poner en práctica algunas acciones que nos reconciliaron con la Naturaleza: nos bañamos con agua recuperada de la lluvia y calentada con colectores solares, tuvimos la oportunidad de usar un baño seco, trasplantamos brotes germinados, comimos platos deliciosos sin carne animal, compartimos, conversamos, aprendimos los principios de la permacultura y la agroforesta….

 

Tendríamos que aprender a desaprender muchas cosas y no es tarea fácil. Pero en Aula Naturaleza nos dieron algunos tips para motivarnos. El primero es parar la pelota y observar con atención, con sensibilidad; luego tomar decisiones lentas sobre todo si queremos que el cambio sea profundo; y por último confiar y dar los primeros pasos hacia una conciencia cimentada en valores y amor por la Creación.

 

 

Christian Tiscornia es educador ambiental ydocente de la Universidad Nacional de San Marti?n en temáticas de desarrollo sustentable y pensamiento sistémico. Fundador de la escuela para la regeneracio?n Quinta Esencia. Abogado, licenciado en poli?ticas pu?blicas de la London School of Economics. Presidente de la ONG especializada en educación ambiental Amartya.